Mi profesión: Médico. Pero no cualquier médico. Médico de Familia, el médico de todos los miembros (y las miembras) de la unidad familiar. Porque desde los 0 a los 99 años (la paciente más mayor que he visto) es nuestro margen de trabajo.
Como este blog quiero tratar sobre anécdotas dentro del mayor respeto posible y por supuesto desde el anonimato en mi quehacer diario, donde aprendo no sólo de las enfermedades, sino de LAS PERSONAS, de su lenguaje oral, de su lenguaje gestual, también emocional. Lenguajes todos a los que un Médico debe atender y entender, no sólo el lenguaje escrito en los textos.
Y es que la primera anécdota versa de aquél caballero (paciente queda muy ordinario), añejo como los buenos vinos, cuyo sangrado por la nariz, profuso, le agobió durante unas horas en cierta madrugada. Yo nada más verlo decidí probar con un taponamiento con merocel que fue efectivo y una familiar ya me contó un poco la situación actual del caballero (ya que no era mi paciente) a lo que me dijo: "Es que el agobio más grande que tiene mi padre es que está en CUIDADOS PALEOLÍTICOS". Obviamente no corregí a la señora, puesto que su estado de nerviosismo pudo jugarle una mala pasada.
Aunque en le fondo ese "CUIDADOS PALEOLÍTICOS" me sirvió para darme cuenta que a veces nos dirigimos a pacientes y familiares con demasiados tecnicismos (vease ejemplo cacografía en vez de ecografia). Lo curioso es que días atrás en mi rotación por Cuidados Paliativos, una de las grandes Médicas que lleva tal impresionante labor, ya me comentó la misma anécdota de otra paciente que se dirigió con el mismo término.
Lección del día: "Evitaré tecnicismos, con lenguaje claro y de la calle y dedicaré especial cariño a las personas que estén en Cuidados Paleoliticos".
El primer comentario en el blog de mi amigo Chumi, de su amigo el Kanuto. Está bien lo de los cuidados paleolíticos, y no por gracioso, sino porque no está falto de razón. El alivio de los síntomas del paciente gravemente enfermo, a veces terminal, es tan antiguo como la humanidad. No siempre ha correspondido al médico su tratamiento, pero lo cierto es que las armas de las que disponemos, fundamentalmente la morfina, se conocen desde hace siglos.
ResponderEliminarMi granito de arena para tu colección: "¿Doctor, el pirulí-pirulá no será malo para el pasa-paso?", me preguntaba un paciente portador de un MARCAPASOS al que habían colocado un CATETER EPIDURAL para mitigar el dolor de una toracotomía.
Un abrazo Dr. Lejía
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ResponderEliminarTe felicito Alvaro por tu nuevo Blog! Te linko! Saludos.
ResponderEliminarGenial, un estupendo nuevo bloggggggggggggggggggggggggg. Felicidades Chumiiiiiiiii
ResponderEliminarFelicidades por este blog tiene mucho que decir. A mi parecer los pacientes que estan en fases terminales son las personas que requieren de mucho más cuidado no por la parte de la medicina en si, sino en la parte humanistica, brindarle el maximo apoyo a estos pacientes en cuidadados paliativos es un gran reto ya que se debe tener mucha sensibilidad y a su vez ser muy profesional, no solo al paciente sino tambien a los familiares que padecen casi igual el mismo sufrimiento que el paciente . Considero que esta es una parte de la medicina en la que se prueba la vocacion de un medico de una enfermera o de un profesional de la salud y en donde tambien puedes aprender mucho. tanto en la parte medica como en la parte humana.Te felicito nuevamente por este blog es una gran accion.
ResponderEliminarSiempre en el trabajo nos dejamos llevar por el profesionalismo y la cortesía, pero muchas veces nos olvidamos que hay personas que necesitan un cariño especial, sobre todo aquellas personas que están enfermas, el trabajo de los médicos lo admiro, ya que pasan muchas horas atendiendo a pacientes con situaciones graves de salud. Saludos!
ResponderEliminarInteresante la información, ayudar a las personas mas necesitada y que te lo agradezcan eso no tiene comparación. debido a que la gratitud que sientes es sincera y cariñosa.
ResponderEliminarSuerte!