sábado, 18 de junio de 2011

Ser Médico

Aquí dejo una perla que escribí hace años mientras estudiaba Medicina. A veces lo repaso para exigirme más en mi trabajo...




   Algo que se acerca y da pereza, dejar por fin de ser adolescente (que está dicho que se deja de ser cuando te emancipas), el ser médico. Pronto podría o debería serlo. Y no sé si seré buen médico, espero que no me falte la atención y dedicación a las personas, y que Dios me conserve y fortalezca ese don con cariño.
   Y es que la mejor arma contra las enfermedades y contra las guerras es el amor. Quiero ser el médico que cure con las palabras, no quiero caer en saco roto. No quiero ser una máquina expendedora de medicamentos, no me interesa el dinero ni el poder y espero que así siga siendo. En fin, intentar ser lo más humilde posible. De chico quise ser Arqueólogo Paleontólogo, ¿que iba a suponer eso? Tratar con seres de hueso, pero yo lo que quiero es tratar con seres de carne y hueso. Y para eso hace falta mucho amor, mucho corazón. Dios, dame amor…
   Yo sólo quiero llegar a ser médico…

miércoles, 23 de febrero de 2011

LOS GIRASOLES



El girasol es nativo de América, fue cultivado hacia el año 1000 a.C. Los españoles lo llevaron a Europa al principio del siglo XVI. El nombre se refiere a que la flor gira según la posición del sol y a su formación. Las hormonas vegetales son las que dan fototropismo positivo al girasol, permiten un mayor crecimiento de los tejidos en un sentido, lo que facilita el giro de la planta.

Sin enrollarme más, ¿realmente giran siempre dónde está el sol? Porque yo a veces veo que le dan la espalda. To es fijarse...

Como aquél día de aquella entrañable señora (porque seguro que lo es aunque yo nunca la he conocido), que le costaba dar nombre a esa constelación de nebulosas gaseosas que le ponían cuando se sentía asfixiada. O aquellos productos químicos que aspiraba (casi) a diario en su lugareño domicilio, a los que ella llamaba "Girasoles", queriendo decir y así entiendo, aerosoles. <<¡¡Niñá porme los girasoles que me sientan muy bien!!>>

Y esta anécdota, aunque algo adornada y quizás tergiversada (a propósito), me la cuenta una noche de guardia una gran compañera de pelo ondulado a la que aprecio. No contenta de contarme la anécdota (y lo que va a continuación es totalmente verídico) y tras millones de horas ya transcurridas de aquella dura guardia (valga la hipérbole), hablando ella con la dulzura que le caracteriza a otro paciente "ajogao" que había en la consulta nº3, le dijo algo así como: << No se preocupe que ahora le ponemos los girasoles!!>>. La mente, que a altas horas es traicionera, porque esta mi compañera no lo dijo a propósito ni con carácter de guasa. Fue un lapsus mental, para los más eruditos, un lapsus linguae en toda regla.


¡ Agustín, comprame un paquete de pipas de aerosol !


Lección del día: Trataré de tranquilizar a los enfermos durante la asistencia en consulta.
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miércoles, 2 de febrero de 2011

Cuidados Paleolíticos

Mi profesión: Médico. Pero no cualquier médico. Médico de Familia, el médico de todos los miembros (y las miembras) de la unidad familiar. Porque desde los 0 a los 99 años (la paciente más mayor que he visto) es nuestro margen de trabajo.

Como este blog quiero tratar sobre anécdotas dentro del mayor respeto posible y por supuesto desde el anonimato en mi quehacer diario, donde aprendo no sólo de las enfermedades, sino de LAS PERSONAS, de su lenguaje oral, de su lenguaje gestual, también emocional. Lenguajes todos a los que un Médico debe atender y entender, no sólo el lenguaje escrito en los textos.

Y es que la primera anécdota versa de aquél caballero (paciente queda muy ordinario), añejo como los buenos vinos, cuyo sangrado por la nariz, profuso, le agobió durante unas horas en cierta madrugada. Yo nada más verlo decidí probar con un taponamiento con merocel que fue efectivo y una familiar ya me contó un poco la situación actual del caballero (ya que no era mi paciente) a lo que me dijo: "Es que el agobio más grande que tiene mi padre es que está en CUIDADOS PALEOLÍTICOS". Obviamente no corregí a la señora, puesto que su estado de nerviosismo pudo jugarle una mala pasada.

Aunque en le fondo ese "CUIDADOS PALEOLÍTICOS" me sirvió para darme cuenta que a veces nos dirigimos a pacientes y familiares con demasiados tecnicismos (vease ejemplo cacografía en vez de ecografia). Lo curioso es que días atrás en mi rotación por Cuidados Paliativos, una de las grandes Médicas que lleva tal impresionante labor, ya me comentó la misma anécdota de otra paciente que se dirigió con el mismo término.


Lección del día: "Evitaré tecnicismos, con lenguaje claro y de la calle y dedicaré especial cariño a las personas que estén en Cuidados Paleoliticos".